Fuente CARLOS DE BARRÓN de 20minutos.es
La vuelta al trabajo en el mes de septiembre no ha sido la habitual. Para muchas empresas ha implicado también el regreso del trabajo presencial, una modalidad que se frenó en seco con la llegada del coronavirus en marzo, y que ahora se está recuperando, con aparentes protocolos estrictos que reducen la probabilidad de ser contagiado.
Uno de los debates a este respecto ha sido la manera de actuar de las empresas cuando un trabajador da positivo en Covid-19, o pasa a ser lo que se conoce como ‘caso sospechoso’, que se da cuando una persona con la que se ha estado en contacto reciente recibe la noticia de que alguien de su entorno tiene el coronavirus. Fin de semana negro para la pandemia en España: 27.404 nuevos contagios notificados y más de 100 muertos
Para ambos escenarios, las normas sanitarias estipulan que la cuarentena es obligatoria. En el primero, a modo de aislamiento hasta que se supere la enfermedad, con la prohibición de salir de la vivienda hasta tener una prueba PCR negativa, y en el segundo con el objetivo de prevenir riesgos y evitar contagiar a más personas sin saber que se padece el virus.
Para ambos casos, a nivel legal se aplica la baja laboral y no existe obligación de teletrabajar. Sin embargo, las redes sociales no siempre son utilizadas con excesiva astucia, por lo que pueden jugar malas pasadas que tengan una repercusión a nivel laboral, especialmente si estás de baja médica.
La sanción podría ser doble: la que estime la empresa y una multa de la administración
Según explica Jesús Lahera, profesor de derecho laboral en la Universidad Complutense de Madrid, a 20Minutos, si un trabajador que está de baja y en cuarentena tras dar positivo en Covid, sale a la calle, lo publica en redes y la empresa se entera, las repercusiones son en dos planos: «El primero de salud pública, porque esa prueba la puede utilizar la administración para sancionarle con una multa. El segundo en la dimensión laboral, ya que se podría entender que es un incumplimiento de la buena fe».
Lahera concreta que «si se está de baja médica y con la obligación de estar confinado en casa, mientras la empresa cotiza por él y confía en que esté cumpliendo las normas, saltárselo supone un incumplimiento de la buena fe, por lo que la empresa podría estimar una sanción o incluso un despido para el trabajador».
Además, el profesor recuerda que «existen precedentes» en este sentido, si bien no con el coronavirus. «Hay casos de sentencias del orden social que aceptan como prueba fotos publicadas en redes como Facebook para bajas médicas de otras enfermedades», aunque existe un debate sobre la vulneración de la protección de datos para obtener esas imágenes.
En prácticamente todas las redes sociales existe una opción que se elige al crear el perfil, tenerlo público o privado. El primero implica que cualquiera lo puede ver y el segundo que tan solo los seguidores que se elijan. «En un perfil público se relaja lo que es la protección de datos personal, porque se entiende que autoriza a que lo vea todo el que quiera. En uno privado, o si la imagen que se utiliza es de una tercera persona cercana al trabajador, no se ha dado el consentimiento a nadie para que se utilice la foto, por lo que correspondería al juez determinar si se ha vulnerado la protección del dato personal».
Por último, para una persona que es un ‘caso sospechoso’, está de baja laboral e incumple la cuarentena la situación no difiere: «Es el mismo supuesto. A efectos laborales el contrato está suspendido por la baja, se está cotizando por el trabajador y se espera una conducta de buena fe», concluye Lahera.
Los sindicatos le restan importancia a este asunto y creen que no es algo que suceda en el día a día. Fuentes de UGT señalan a 20minutos que si esta práctica sucede es «absolutamente testimonial» y además la consideran «totalmente reprobable, tanto jurídica como moralmente».